Toda la puta vida buscando algo: en las aceras, en los parques públicos, entre esa multitud de gorriones que acude desesperada en pos de alguna miga solitaria; y también debajo de los bancos, por si acaso; en los bares, en los hielos de las copas, en los ojos de ese conciudadano aleatorio que te mira desde la otra punta de la barra y -quién sabe- quizá también podría haber perdido algo; en las catedrales góticas, en los coleccionables de los quioscos, en las actividades grupales rollo spinning o Vigilia de la Inmaculada; en las drogas, en los héroes de tebeo, en esa conversación cazada al vuelo, en eso que le dijiste a alguien hace veinte años, en tu lengua, en tu pasado, en tu piel; escarbando hacia adentro, muy adentro: hasta que se te vean los putos huesos; y más adentro aún.
En serio: toda la vida buscando algo.
Por todas partes.
Y molaría, molaría tanto saber qué es.
Aunque, bueno: a lo mejor no.
Todos buscamos algo. Quizás en algún momento de la vida lo hemos encontrado, y no nos hemos percatado de ello.
ResponderEliminarEts enorme, mai te'n oblidis!
Quizás, si. Y mientras, la de mierda que debe de tragar uno.
ResponderEliminarTèstimo JCS, ho saps, i si no, t´ho dic ara.
Cuida`t
Buscar i buscar i fins i tot quan ja ho tens, no ho saps fins que ho has perdut.
ResponderEliminarLlavors, ja és inevitable la pèrdua del que tenies i no sabies.
I tornem-hi a buscar.
I mentre busques, no vius...
A tots ens ha passat allò de "Ahir vaig ser feliç però no em donaré compte fins demà, o potser mai".
ResponderEliminarVeritablement a tots ens ha passat.
Gràcies Victoria.
Salutaciones