Ahora toca existir un día sí, un día no, y así sucesivamente.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Inmortal

   Las primeras ráfagas de luz del día empezaban a asomarse por las rendijas que mi maltrecha persiana no era capaz a cubrir. No acertaba a saber qué día era, mi cabeza daba vueltas sin parar. Poco a poco los recuerdos de la noche anterior invaden mi mente. Copas, fiesta, amigos, excesos...

   Siguiendo mi máxima de que todo el tiempo sin escuchar música es tiempo perdido, alargo mi mano, palpando a ciegas y con suerte,  consigo presionar el botón play de ese reproductor mp3 que siempre me acompaña. Suena Jezebel de Sade.

   Me levanto, no sin esfuerzos. Todos los músculos de mi cuerpo estan en huelga en ese momento. Doy unos pasos, pasos que simulan los de un bebé en su primer intento de libertad. Me acerco pausadamente a la cocina. Observo botellas de cerveza vacias cuyo destino será el contenedor verde a unos metros de la puerta del edificio donde resido. Es en ese momento cuando una selección de preguntas sin respuesta se entromenten en mi cabeza.

   ¿Cuanto tiempo había estado fuera de mi?

...Me he convertido en inmortal, lo se porque ya todo me da igual, así de puta es la vida.

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