A veces me pregunto qué extraño impulso nos lleva a escribir aquí estas cosas tan raras con la vaga esperanza de que alguien las entienda.
De verdad que sí.
No sé, quizá sea mejor que no te entiendan. Porque si te entienden, a ver luego cómo lo explicas.
La vida es tan confusa... Y vale: también inesperada, poderosa, bella, necesaria. Pero yo qué sé: es que no hay quien entienda una mierda.
Lo peor de estar vivo es, sin duda, el tener que explicárselo a todas horas a todo el mundo.
En fin: hagáis o lo que hagáis, procurad que el final sea bonito. Lo demás se lo acaba llevando el olvido y además importa poco.
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